“Trabajemos con empeño y tesón, que si las generaciones presentes nos son ingratas, las futuras venerarán nuestra memoria, que es la recompensa que deben esperar los patriotas" General Martín Manuel de Güemes.
Un 14 de junio de 1928 nacía en Rosario, provincia de Santa Fe, Ernesto Guevara, más conocido como “el Che”, líder indiscutido de la revolución cubana. Un 17 de junio pero de 1821, moría el General Martín Miguel de Güemes, líder de la guerra gaucha, soldado de la nueva Argentina que San Martín comenzaba a construir espada en mano. El pueblo soñaba con la libertad, él luchaba por ella.
Este mes es de ellos. Y casualmente, o no, ambos eligieron el mismo método de lucha, la guerrilla popular como contrapeso necesario a los ejércitos regulares ampliamente equipados para la ocupación colonial, el ejército realista y el norteamericano respectivamente. Apenas dos muestras de los muchos que han existido y existen aún hoy en día. Para más pruebas remitirse a la masacre sucedida hace apenas algunos días a manos del ejercito israelí.
Güemes utilizó este método formando un ejército popular con partidas de no más de 20 gauchos para defender al norte argentino y al Alto Perú del ejército realista. Su tarea fue posible gracias a otra guerrillera, Juana Azurduy, heroína olvidada por nuestra historia oficial. La tarea coordinada de ambos Generales, a su vez permitió que el General San Martín emprendiese la campaña libertadora de Nuestra América, haciéndose inmortal, orgullo de toda la América Latina.
Mientras “Los Infernales” de Güemes hostigaban al enemigo con tácticas guerrilleras, una guerra de recursos y permanentes ataques relámpagos desde el monte salteño, el Che, junto a Fidel Castro lo hicieron desde la Sierra Maestra, para luego pasar a la ofensiva y llegar a la Habana.
Hoy rendimos homenaje a dos protagonistas de nuestra historia grande, la de toda Latinoamérica. Ambos revolucionarios, en su debido contexto, cayeron combatiendo por la misma causa, el mismo sueño: la lucha por la Patria grande, justa y libre de todo imperialismo.
Y ambos revolucionarios verían en este Bicentenario argentino, su sueño hecho realidad, nuestra América en camino a su liberación definitiva, un pueblo que goza de la democracia que tantas veces nos fue negada, un Estado que no olvida y reivindica a sus héroes populares, como así también a las victimas del bombardeo asesino de Junio de 1955, un Estado que juzga a los que motivados por el odio derrocaron al General Perón y fusilaron a un pueblo que comenzaba a ser feliz, así como también a los que desaparecieron a miles de Argentinos, militantes, trabajadores, jóvenes y revolucionarios y sembraron las semillas podridas que los traidores de los 90 y la actualidad aún hoy cosechan.
Se hace Justicia. De a poco y a paso firme. Por suerte hoy ya no gobierna el odio, amanece la Patria Grande y en Democracia, nuestros pueblos construyen revoluciones que vivirán por siempre.
1 comentario:
que lindo blog...
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